Proceso de extracción del aceite de
oliva virgen ecológico.
Una vez limpiadas y lavadas, las aceitunas están completamente
preparadas para ir a las siguientes fases: molienda de las aceitunas,
batido de la pasta, extracción y almacenamiento del aceite.
Molienda.
Para esta fase, se pueden usar molinos de piedra tradicionales, o molinos
de rulos, así como varios tipos de molinos de metal como el molino
de martillos, molino de dientes de disco o molino cilíndrico
estriado.
El molino de rulos consiste en una solera (piedra circular de granito),
donde están rodando unas muelas troncocónicas del mismo
material (tres o cuatro), alrededor de un eje central unido al centro
de la solera. Las aceitunas son alimentadas en la zona central y la
pasta producida va saliendo hacia un canal exterior denominado alfarje,
en el que se acumula la pasta y una rastra o paleta barre la pasta desde
el alfarje hasta un depósito o sistema de transporte. Esta etapa
tiene una duración de entre 15 y 30 minutos. El molino de rulos
realiza una molienda lenta y regular, y no causa emulsiones ni aumenta
significativamente la temperatura de la pasta, produciendo aceites que
tienden a ser agradables y armónicos. Al mismo tiempo, las desventajas
son: elevado coste; baja capacidad de trabajo, e importantes reacciones
de oxidación debido a la gran superficie de contacto entre la
pasta y el aire. El molino de rulos se encuentra comúnmente en
sistemas tradicionales de prensa.
Entre los molinos metálicos, los molinos de martillo son los
encontrados más frecuentemente. Estos molinos están formados
por un cilindro con crucetas donde se alojan unas piezas metálicas,
que giran a gran velocidad dentro de una cámara perforada (criba).
Las perforaciones están hechas de diferentes calibres y, dependiendo
del tamaño de la partícula que se necesita para la pasta,
se eligen en consecuencia cribas de un calibre u otro.
Las principales ventajas de estos molinos son: menor coste, alta capacidad
de trabajo y menor volumen que el molino de rulos. Las desventajas son:
rápida molturación que no asegura una adecuada preparación
de la pasta, puede causar la generación de emulsiones difíciles
de romper y obliga al uso de batidoras. Además, los molinos metálicos,
especialmente si trabajan con un elevado número de revoluciones
por segundo (2200 - 2900 rps) pueden causar contaminación
por piezas metálicas debidas al desgaste y por un elevado nivel
de clorofila y fenoles amargos en el aceite. El último aspecto
no es necesariamente una desventaja, ya que puede convertirse en la
mejor solución de molienda para las aceitunas maduras, o variedades
de temprana maduración, que son generalmente pobres en fenoles.
Batido.
Durante esta fase la pasta de aceituna es mezclada lenta pero continuamente,
para facilitar la incorporación del aceite en gotas cada vez
más grandes para permitir una separación más fácil
del agua de vegetación. Las batidoras son un conjunto de cilindros
huecos (generalmente tres), colocados horizontalmente unos encima de
otros y abiertos en la parte superior. Estos tienen un eje central donde
van acopladas unas paletas para remover la pasta. Estos cilindros están
situados en una posición en cascada desde la parte superior del
cilindro a la inmediatamente inferior, tras haberse sometido a un periodo
de batido. Los cilindros tienen una cámara exterior cerrada por
donde circula el agua caliente para calentar la masa y favorecer la
separación del aceite. El tiempo y temperatura de la fase de
batido son los parámetros clave que preocupan en la calidad.
Las temperaturas deben mantenerse por debajo de 25-30 ºC
porque valores superiores pueden causar la oxidación del aceite
y defectos como el sabor del preparado y/o aceite rancio.
El tiempo de mezclado debe ser elegido de acuerdo con las plantaciones
de aceituna, etapa de maduración y sistema de molienda. Este
puede variar desde 15 minutos para aceitunas maduras a 30-40 minutos
para aceitunas “difíciles”. Una prolongación
del tiempo de mezclado puede causar, ciertamente, una menor calidad
ya que causa la oxidación de los ácidos grasos insaturados
y la degradación de los componentes antioxidantes. El tiempo
de batido depende también del tipo de molino. Durante la molienda
tradicional el molino de rulos rompe la fruta lentamente y mezcla la
pasta de forma que la fase de batido puede ser eliminada. El batido
es absolutamente inevitable cuando la molienda se ha realizado mediante
molinos metálicos.
Extracción.
Hoy en día las tecnologías disponibles para la extracción
de aceite de oliva de la pasta de aceituna, ofrecen una gran variedad
de equipos, sistemas y combinados. Estos diferentes sistemas pueden
afectar al aceite en términos de composición química,
sabor y aroma.
Sistemas de extracción tradicional.
Hasta ahora, todas las almazaras de aceite de oliva hacían uso
de este sistema tradicional de extracción mediante presión,
el cual separa el zumo aceitoso (una mezcla de aceite y agua de vegetación
de las aceitunas) del orujo o parte sólida, mediante un proceso
de filtración ayudado por presión. La pasta de aceituna
sale fuera de la batidora o directamente del molino de rulos y es extendida
encima de los capachos.
Los capachos son unos discos porosos fabricados de fibras vegetales,
principalmente de una planta de la familia de las Gramíneas (Lygeum
Spartum). Hoy en día están fabricadas de plástico,
y tienen que ser resistentes, permitiendo un fácil paso del jugo
aceitoso, así como una fácil separación del orujo
después del proceso de presión. Estos deberían
cambiarse todos los años y lavarse con agua caliente a presión
en cualquier momento en que haya una pausa de trabajo. Los capachos
cubiertos de pasta son apilados en una torre llamada cargo, la cual
mantiene la posición vertical gracias a una aguja metálica
que se introduce a través de un orificio central en el cargo.
Después, el cargo es introducido en la prensa y se aplica presión
a la parte inferior, empujando los capachos contra el puente superior.
Esta presión favorece la salida del mosto oleoso, separándolo
del orujo.
Dos puentes de fundición que están unidos por cuatro columnas
de acero y un pistón que se mueve dentro de un cilindro es la
forma de prensa más usada comúnmente.
Siempre que tengan firmeza las aceitunas y la dirección de este
sistema complejo sea correcta, pueden ser obtenidos excelentes aceites,
afrutados, ricos en poli-fenoles y con una larga vida antes de ser vendidos.
Las desventajas de este sistema tradicional de extracción son:
discontinuidad en el proceso, y elevados costes de mano de obra y equipos.
Sistemas continuos de extracción.
En los sistemas continuos, tanto de dos como de tres fases, la separación
del aceite de la pasta de aceituna es llevada a cabo mediante la fuerza
centrífuga aplicada a la pasta de oliva, que separa las diferentes
fases en base a sus diferentes densidades.
Después de haber pasado el tiempo necesario de batido, la pasta
de aceituna va desde el último cilindro de la batidora a la centrífuga
horizontal o decanter.
Sistema de tres fases.
En un sistema de tres fases, el agua es añadida a la pasta de
aceituna antes de ser introducida en la centrífuga horizontal
o decanter, el cual consiste en un cilindro colocado horizontalmente,
de longitud y diámetro variable. Estos valores pueden variar
según el modelo del decanter y de la capacidad de producción
por hora. La temperatura del agua que se ha de añadir puede también
variar según la cantidad de agua, las condiciones de la pasta
y/o también del tipo de decanter, pero esta no debe de exceder
de los 30 ºC. Debido a la fuerza centrífuga producida por
la velocidad rotacional del decanter, se produce una separación
de fases o de componentes que tienen diferentes densidades. El “Aceite
de oliva” es la fase que tiene la menor densidad y el “orujo”,
siendo un sólido, tiene la mayor densidad. Mientras el decanter
rota, el aceite, al ser más ligero, va hacia la parte interior,
cerca del eje de rotación; el orujo y el agua de vegetación
van a la parte exterior.
El decanter tiene una funda hecha de hierro fundido, que muestra diferentes
aperturas por las que el aceite, el agua y el orujo salen de ser separados.
Dentro del decanter se localiza un tornillo sinfín. Su función
es llevar el orujo hacia el final del decanter, usualmente el mismo
lugar por el cual se introduce la pasta.
En el extremo opuesto están situadas dos boquillas que llevan
fuera el agua de vegetación y el aceite de oliva, respectivamente.
Se han formado tres fases: una sólida (orujo) formada por huesos
de aceituna y piel, y dos partes líquidas, aceite de oliva y
agua de vegetación (el agua añadida y el agua contenida
en la fruta).
La separación no es perfecta, ya que un pequeño porcentaje
de orujo y agua de vegetación permanece en el aceite de oliva
y una pequeña cantidad de aceite puede ser recuperada del agua
de vegetación. Esta operación se lleva a cabo en centrífugas
colocadas verticalmente, que se diferencian de los decanter en ciertos
detalles constructivos. Las centrífugas verticales rotan a mayor
velocidad que los decanter. El aceite de oliva es introducido en la
centrífuga a través de la parte superior, se añade
agua tibia (20-25 ºC) y tiene lugar una separación más
exhaustiva. De modo similar, el agua de vegetación es introducida
en otra centrífuga idéntica, de modo que se extrae la
pequeña cantidad de aceite de oliva que aún contiene.
Las ventajas generales de los sistemas continuos son: el pequeño
volumen de maquinaria, operaciones completamente automatizadas, y reducida
mano de obra. Siempre que las almazaras intenten seguir el plan HACCP
(Hazard Analysis Critical Control Point) y pongan en práctica
las medidas preventivas de forma que tengan un producto absolutamente
seguro, el sistema continuo definitivamente requiere menos esfuerzo
para garantizar una perfecta higiene de la maquinaria.
Se ha debatido que el aceite producido mediante un sistema continuo
pierde fenoles debido a la adición de agua y tiene, como principal
consecuencia, una vida más corta antes de su venta. Recientemente,
se han introducido soluciones innovadoras. Algunas de ellas consisten
en centrífugas que trabajan con una cantidad de agua añadida
muy pequeña, las cuales han sido definidas como “ecológicas”,
porque reducen los problemas medioambientales de la gestión del
residuo.
Algunas otras innovaciones están basadas en el reciclado del
agua de vegetación y han sido definidas como “agua ahorrada”.
Estas tienen la principal ventaja de reducir la cantidad de agua residual
y el contenido de fenoles perdidos, pero en los mecanismos del agua
ahorrada, se debe tener un gran cuidado para prevenir que el agua de
vegetación transfiera defectos organolépticos al aceite
de oliva.
La principal desventaja de los sistemas continuos es definitivamente
los elevados costes de inversión. Además, la duda de la
estabilidad de las características organolépticas sigue
permaneciendo.
Sistema de dos fases.
En los sistemas de dos fases, el decanter no necesita que se le añada
demasiada agua a la pasta, de la cual se separan dos fases. Una está
representada por el aceite y la otra, es una combinación que
sale del orujo y el agua residual. Como consecuencia, el orujo es más
húmedo que el orujo del sistema de tres fases y se denomina orujo
de dos fases, o “alperujo” en español, cuyo tratamiento
es más complicado para las extractoras, necesitando un cuidado
especial para deshacerse de él.
Sistema mixto.
En el sistema tradicional de extracción la línea de proceso
está usualmente formada por un molino de rulos para la molienda,
prensas para la extracción, una batidora, un decanter horizontal
para la extracción, y una centrífuga vertical para la
separación. Entre medias, hay muchos sistemas mixtos que pueden
definirse como todo un grupo de combinaciones posibles entre el sistema
tradicional de presión y los sistemas continuos (de dos y tres
fases). Por ejemplo, un molino de rulos, típico de una extracción
tradicional, puede sustituir a un molino de discos o de martillo en
una línea de procesamiento continuo. Por el contrario, un molino
de discos puede ser situado antes de una prensa y una batidora.